martes, 11 de diciembre de 2007





Sos como cual dulce me ha amargado la boca en más de una oportunidad. ¿Qué derecho hay? Si soy yo la que termina revolviéndose los sesos, para volver a sufrir el mismo dolor que ya no desconozco...
Vení, terminame de lastimar, que otra cicatriz pasará desapercibida entre las otras...

8 comentarios:

peyote dijo...

Entre la imagen, las palabras y los espacios que no quedan en medio; son gratas y margas; pero con fuerza; que aún no pierden su belleza.


Saludos.

Amorexia. dijo...

Gran noticia de fin de año tu regreso, un poco masoquista y misógeno en tus letras, pero de verdad es un placer.

Saludos desde mi hora mas oscura, reedituemos los encuentros en las letras! gracias por tu visita.

francisco m. ortega dijo...

Reincidir en el dolor es hacer más profunda la herida.

Allek dijo...

la dulce melancolia.. que nunca nos abandona...solo se le apetece irse de crucero por unos dias...

Amorexia. dijo...

Sigue muerta. Aún sostengo por temor el insecticida en la mano, a una distancia prudencial. Termino de ir al baño y vuelvo a la cama. Ahí esta, sigue muerto, pero no para de fumar, junto a mi cama, sin ningún respeto a mi vida, sin que medie la menor pretensión de consideración de su parte, y debería ser así sin duda, el es al mismo tiempo quién atormenta mis sueños, el velador de mis pesadillas, gestor intelectual de mi muerte, de mis terribles sueños. Cada día es la tos quién me despierta, mis pulmones llenos de nicotina y alquitrán desvelan cada una de mis imágenes terribles, en los que me ahogo por dentro, luego lo veo arrastrarme a las cámaras de fumado, desfallecido, envenenado. No me importa que deshaga en desdicha mis noches, que alteré mi silencio al dormir con su respiración y aspiraciones de tabaco, pero el humo me asfixia, y tal como el cuervo que se entrometía en el dolor de Poe por su amada Leonora, el invisible sigue allí, fumando al lado de mi cama,.
Yo me muero, la recuerdo, el sigue muerto, mas no hay insecticida contra el enfisema de mis sueños, fumo mas cada noche sus asuntos pendientes de invisible, y me habla al oído, en una bocanada que aún hoy induce mis pesadillas. Mi atrapa-sueños huele a tabaco, ni la medicina tiene explicación para esto, él sigue allí, yo me ahogo de la tos, mis pulmones se llenan de alquitran, me preocupa escupir tanta sangre, mientras él enciende otro cigarro invicible, que no es para él.
Saludoes desde mi hora mas oscura.

Anónimo dijo...

"El amor es una enfermedad terminal, que se transmite por transfucion sexual"

asi gozamos y sufrimos creo

un abrazo.

Malasombra

Anónimo dijo...

te amo.....te extranio.... escribi porque sos la mejor escritora que conozco... sos mi idola maite....y sobre todo, mi gran amiga!

me paso y te contesto lo que me mandaste en el mail la ootra vez, nose donde voy a estudiar, porque ahora que estoy aca no se si voy a poder dejar mi corrientes.... pero de alguna forma vamos a triunfar las dos sabes?

te amo escritora, licenciada en letras...


yo....tu periodista, ya sea del epoca o de lo que sea jajaja...

besos desde nueva zelanda carajo!!

Leo dijo...

Cuando se ama con locura, ¡qué ciego es el amor a veces!,
cuando uno se habtitúa al dolor...
¿qué es realmente lo que se siente: amor, miedo, necesidad,...

Qúe bella tu prosa poética amiga.